El batacazo que ayer sufrió el PSOE y el patético silencio de
Rubalcaba resultan otro gran ejemplo de la decadencia de la élite
política que ha gobernado (y sigue gobernando) nuestro país.
Pensadlo un momento. Estamos atravesando una crisis económica terrible. ¿Y quién está en el gobierno? ¿Quién dirige la oposición?
Los mismos que colocaron a sus amigotes en las cajas de ahorros. Los
mismos que celebraban el “milagro económico” mientras se inflaba la
mayor burbuja inmobiliaria de Europa.
Llevamos tres décadas gobernados, esencialmente, por miembros de la misma tribu. Rajoy ya era ministro hace 16 años y Rubalcaba hace 20. Lo mismo podríamos decir de muchos gobiernos autonómicos y alcaldías.
Esa élite ha construido un sistema que bloquea cualquier renovación:
partidos donde sólo medran aquellos que repiten desde su adolescencia
las consignas del líder, fundaciones que reciben subvenciones
multimillonarias y que se dedican al electoralismo más chabacano,
amistades íntimas con periodistas y empresarios.
En las Elecciones Generales de noviembre de 2011 el PSOE obtuvo su
peor resultado desde el fin de la Dictadura. Rubal, cava que te cava,
siguió cavando. Ayer los socialistas perdieron en Galicia otros 7 puntos
con respecto al año pasado.
Supongo que Alfredo quiere imitar la estrategia-Mariano: aguantar en
el sillón hasta que quienes gobiernan se hundan por sus propios errores.
Visto lo visto, puede incluso que le salga bien.
Extracto del articulo de Alberto Sicilia en www.publico.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario