martes, 31 de enero de 2012
domingo, 29 de enero de 2012
A Dios rogando y con el mazo dando
Seis mujeres denuncian al Opus Dei por presunto fraude a la Seguridad Social
"Trabajé 14 años sin estar dada de alta en la Seguridad Social, (...) seguí trabajando cuando enfermé psicológicamente (...), nunca recibí una nómina". Son las denuncias que más se repiten en las demandas que en los últimos meses han presentado ante la Inspección de Trabajo seis exnumerarias del Opus Dei contra esa institución, y que desvela este domingo CRÓNICA. Se trata de mujeres que ingresaron en la Obra durante su juventud y que fueron destinadas a tareas internas, ya fueran de dirección de centros, administrativas o domésticas. Tras salirse, han comprobado que sus historias laborales de esos años están vacías. Las seis mujeres sostienen que "el fraude a la Seguridad Social es continuado". Sus demandas, que detallan presuntos incumplimientos desde los años setenta hasta la actualidad, fueron registradas entre junio y diciembre del año pasado ante las Inspecciones de Trabajo de Madrid, Vitoria, Santander, Pontevedra y Sevilla. Por miedo a represalias profesionales, ellas prefieren mantener el anonimato. La última de esas demandas se presentó durante las pasadas Navidades. La firma M.G.M. y cuenta que ingresó a los 14 años en la Obra, en la que permaneció durante dos décadas realizando funciones de cocinera y tareas domésticas: "En ningún sitio donde trabajé recibí el dinero, sino que lo entregaba directamente a la Prelatura".
A.P., que registró su demanda en noviembre, enumera supuestos abusos laborales en diversos destinos. En total, 14 años trabajando "en negro", a cambio, como las demás, de alojamiento y manutención. "Enfermé psicológicamente, y también denuncio que las personas enfermas trabajaban o no según decidieran las directoras del Opus Dei y no los médicos (...)". La tercera de las demandantes, C.R.P., relata que durante sus 18 años administrando residencias de la Obra nunca tuvo contrato laboral. En el escrito remitido a la Autoridad Central de la Inspección de Trabajo apunta a presuntas irregularidades que afectarían incluso a quienes sí han sido dados de alta: "Es muy habitual que una empleada esté contratada por un número muy inferior de horas a las que trabaja y en categorías inferiores a su cualificación". La cuarta de las demandantes abandonó la institución en 2010, después de cuatro décadas en las que, según dice, trabajó sin contrato en labores administrativas y domésticas. Tras enfermar psicológicamente, en la actualidad se halla "incapacitada para la actividad laboral ". Otra de las demandantes, M.I.M, que dirigió centros y asociaciones, registró su escrito en junio. Como respuesta, la Inspección de Trabajo le invitó a acudir a los tribunales ordinarios. La última denuncia corresponde a una mujer que estuvo tres décadas trabajando para la institución, pero en cuya vida laboral sólo figuran 14 meses cotizados.
Todas las demandantes coinciden en que ellas nunca pudieron elegir ni sus destinos, ni sus tareas profesionales, ni las condiciones que conllevaban. Un portavoz autorizado de la Prelatura del Opus Dei ha asegurado que se encuentran en una "situación de indefensión total" porque Trabajo no les ha comunicado ninguna denuncia contra ellos. Según explicó a CRÓNICA, "el Opus Dei siempre ha actuado, actúa y actuará con arreglo a la legalidad vigente".
Publicado en "www.elmundo.es"
"Trabajé 14 años sin estar dada de alta en la Seguridad Social, (...) seguí trabajando cuando enfermé psicológicamente (...), nunca recibí una nómina". Son las denuncias que más se repiten en las demandas que en los últimos meses han presentado ante la Inspección de Trabajo seis exnumerarias del Opus Dei contra esa institución, y que desvela este domingo CRÓNICA. Se trata de mujeres que ingresaron en la Obra durante su juventud y que fueron destinadas a tareas internas, ya fueran de dirección de centros, administrativas o domésticas. Tras salirse, han comprobado que sus historias laborales de esos años están vacías. Las seis mujeres sostienen que "el fraude a la Seguridad Social es continuado". Sus demandas, que detallan presuntos incumplimientos desde los años setenta hasta la actualidad, fueron registradas entre junio y diciembre del año pasado ante las Inspecciones de Trabajo de Madrid, Vitoria, Santander, Pontevedra y Sevilla. Por miedo a represalias profesionales, ellas prefieren mantener el anonimato. La última de esas demandas se presentó durante las pasadas Navidades. La firma M.G.M. y cuenta que ingresó a los 14 años en la Obra, en la que permaneció durante dos décadas realizando funciones de cocinera y tareas domésticas: "En ningún sitio donde trabajé recibí el dinero, sino que lo entregaba directamente a la Prelatura".
A.P., que registró su demanda en noviembre, enumera supuestos abusos laborales en diversos destinos. En total, 14 años trabajando "en negro", a cambio, como las demás, de alojamiento y manutención. "Enfermé psicológicamente, y también denuncio que las personas enfermas trabajaban o no según decidieran las directoras del Opus Dei y no los médicos (...)". La tercera de las demandantes, C.R.P., relata que durante sus 18 años administrando residencias de la Obra nunca tuvo contrato laboral. En el escrito remitido a la Autoridad Central de la Inspección de Trabajo apunta a presuntas irregularidades que afectarían incluso a quienes sí han sido dados de alta: "Es muy habitual que una empleada esté contratada por un número muy inferior de horas a las que trabaja y en categorías inferiores a su cualificación". La cuarta de las demandantes abandonó la institución en 2010, después de cuatro décadas en las que, según dice, trabajó sin contrato en labores administrativas y domésticas. Tras enfermar psicológicamente, en la actualidad se halla "incapacitada para la actividad laboral ". Otra de las demandantes, M.I.M, que dirigió centros y asociaciones, registró su escrito en junio. Como respuesta, la Inspección de Trabajo le invitó a acudir a los tribunales ordinarios. La última denuncia corresponde a una mujer que estuvo tres décadas trabajando para la institución, pero en cuya vida laboral sólo figuran 14 meses cotizados.
Todas las demandantes coinciden en que ellas nunca pudieron elegir ni sus destinos, ni sus tareas profesionales, ni las condiciones que conllevaban. Un portavoz autorizado de la Prelatura del Opus Dei ha asegurado que se encuentran en una "situación de indefensión total" porque Trabajo no les ha comunicado ninguna denuncia contra ellos. Según explicó a CRÓNICA, "el Opus Dei siempre ha actuado, actúa y actuará con arreglo a la legalidad vigente".
Publicado en "www.elmundo.es"
sábado, 28 de enero de 2012
La honorabilidad de Camps, uno de mis "corruptos favoritos"
El miércoles pasado, nada más conocerse la absolución de Francisco Camps por un jurado popular, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, preguntó a los cuatro vientos quién restituirá el honor del expresident valenciano. Es poco probable que quienes cuestionaban la honorabilidad de Camps antes del juicio vayan a cambiar de parecer después del alud de pruebas y grabaciones bochornosas que se escucharon durante la vista, por más que cinco de los nueve miembros del jurado hayan decidido que el acusado no recibió regalos en virtud de su cargo. Las convicciones democráticas exigen, por supuesto, acatar el fallo, pero ello no implica que haya que compartirlo ni, mucho menos, respetarlo. Durante el juicio quedó en evidencia la calaña de los dirigentes del Govern y el PP valencianos procesados, así como el alcance de la corrupción que impregnó la Administración pública bajo el mandato de Camps. Hay que recordar que este, al dimitir el 20 de julio de 2011, había pactado declararse culpable junto a otros dos imputados en la causa; sin embargo, cambió en el último momento de estrategia y prefirió afrontar un juicio popular, mientras sus dos compañeros, que reconocieron haber recibidos trajes y otros regalos, fueron condenados y pagaron una multa de 9.600 euros. El PP cometería un error al intentar convertir en una victoria política el que cinco conciudadanos de Camps, ya sea por convicción sincera o por simpatía ideológica, lo hayan exonerado en los tribunales. Y si Rajoy comparte con Cospedal la necesidad irrefrenable de que se le restituya el honor al expresident, lo tiene bastante fácil: invítelo a volver al cargo.
Por Marco Schwartz en "www.publico.es"
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